sábado, 24 de noviembre de 2007

¡Neuropiratas!

Otro problema al que podría seguir enfrentándose la industria cinematográfica en una hipotética era del neurocine, es el de la piratería.

La difusión ilegal del producto audiovisual seguiría existiendo, pero habríamos de tener en cuenta que en el caso del neurocine la transmisión se produce a través del organismo humano. ¿Sería en tal caso perjudicial el transmitir a través de nuestro cuerpo datos "no legales"? Tal vez la tecnología en este caso debería pasar una serie de controles que asegurasen la inmunidad del organismo frente a ella.

Por ello, la piratería podría pasar de ser para el usuario un medio de acceso gratuito al producto, a convertirse en un medio de consumo de imagen perjudicial.

Aun sin conocer con exactitud de que forma se implementaría el método de transmisión de datos al cerebro, sabemos que el paso de datos a través de las neuronas debería ser regulado, pues podríamos estar hablando de todo un nuevo campo inexplorado de nuevas patologías basadas en la actuación externa sobre el sistema nervioso.

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