martes, 27 de noviembre de 2007

Papa, quiero un nanocable...

A esta altura ya podemos presentarnos una serie de cuestiones de orden social, en las cuales la evolución del neurocine tendría consecuencias.

¿A que edad sería consecuente para la persona tomar contacto con las técnicas del neurocine? Si tenemos en cuenta que el proceso conllevaría una serie de intervenciones en el cuerpo, posiblemente entraria en conflicto la cuestión de si es lícito para un menor de edad preparar su cuerpo para la funcionalidad del neurocine (suponiendo en todo caso que realmente el proceso precisase de las intervenciones referidas).

Imaginemos una sociedad en la que el regalo de navidad más solicitado por los niños y niñas sea el "¡kit junior de neurocine! (con todas tus series favoritas)".

Bromas aparte, no sé hasta que punto un padre debe tener un sentimiento de moral en el hecho de que un menor desease realizar este tipo de prácticas. Tal vez dentro de un tiempo los tatuajes y piercings no sean los únicos caprichos "prohibidos" de la adolescencia.

Realidad relativa

El hecho de poder generar imágenes, vídeos, audiovisuales que se puedan reproducir en el cerebro, es un tema que nos da hincapié a hablar sobre las realidades y más concretamente, sobre que la realidad que nosotros vivimos es relativa.

Es por este motivo que queremos realizar una reflexión sobre el concepto de que la realidad puede ser relativa al observador. Peter Weibel, también corrobora el hecho de qué la realidad es relativa;

“Cualquier cosa que se observe, se ve modificada también por el mero acto de la observación. Ello significa que debemos pasar de la tecnología del receptor (las cámaras), a la tecnología del ejecutor.”

Lo que quiere explicar con esta frase es que desde siempre se ha intentado representar el mundo tal y como nosotros lo observamos a través de lo que llama, la tecnología del receptor. Y la solución que propone Weibel es la siguiente:
“La crisis de la representación, que ha durado una larga década, sólo se resolverá cuando desarrollemos una tecnología de ejecutores. El acto de la observación está cambiando no sólo la percepción de la realidad y la imagen, sino incluso del mundo real.”

Concluyendo, según Weibel, hay que crear una tecnología la cual no mire de representar el mundo sino que mire de entender el mundo sin el uso de una misma realidad global.

Cinema Cuantico

Ya hemos hablado en posts anteriores sobre el cine cuántico, simplemente realizar un breve comentario de una palícula donde aparece este concepto.

La película Strange Days de Kathryn Bigelow, ya habla de este tipo de cine cuántico del futuro, con una tecnología de interfaz sumamente avanzada, que implica la participación directa del cerebro y muestra un aparato cinemático que sustituye todas las máquinas cinematográficas históricas anteriores. Véase tráiler:

lunes, 26 de noviembre de 2007

Confusión

Actualmente ya se habla de dos realidades distintas donde un individuo se puede hallar, donde una sería la realidad física y la otra sería una realidad virtual, como por ejemplo sería el caso de Second Life, o los ya conocidos chats, donde la polémica se encuentra en que estos pueden generar un trastorno mental debido a la adaptación de dos identidades distintas.

Teniendo en cuenta que el progreso tecnológico está tendiendo hacia el uso del cerebro como espacio de interacción tecnológica, nos da que pensar que estos tipos de trastornos se acentuarán de manera exponencial debido al juego con el cerebro que realizan estas tecnologías. Es decir, habrá graves problemas con el hecho de diferenciar realidades. Creo que más de una vez se formularía la cuestión de: “¿es real lo que estoy viendo o es que están jugando con mi cerebro?” Sería como en el film de eXistenZ de David Cronenberg,donde se explicita con claredad, la confusión que puede generar la mezcla de realidades.

La imagen y el cerebro.



Desde antaño, con las teorizaciones de la Gestalt, siempre se ha mirado de relacionar la psicología de la persona con el mundo de las imágenes, y cómo afectan estas en el subconsciente. Otra reflexión que queremos llevar a cabo es el hecho de que se tendrá que evolucionar a otro tipo de teorías ya que se pasará de observar con el ojo a observar directamente con la mente, lo cual da mucho más juego a la hora de comunicarte con el cerebro ya que la conexión se realiza directa a él sin pasar a través del ojo. Incluso consideramos el toque subliminal de cualquier anuncio o de cualquier producto audiovisual desaparecería por el simple hecho que te puedes comunicar directamente con el cerebro y por tanto todos los mensajes que se quieran dar al usuario se realizarán directamente sin uso de cualquier mecanismo de la imagen.

El futuro del cine

Una hipotética versión del futuro del cine se dirige hacia simular o estimular unas redes nerviosas basadas en el impulso hacia el cerebro. Es decir, se pasa de la observación con el ojo, meramente perceptivo, a la observación con el cerebro. Entonces el aparato cinematográfico engañará al cerebro, no al ojo, dirigiendo y controlando redes nerviosas con precisión y con el apoyo de máquinas moleculares. Según este fragmento extraído de este texto:

Podríamos entonces imitar la visión, construir una experiencia cinemática sin luz ni ojos, crear imágenes sin percepción, trasladadas mediante la estimulación directa de redes nerviosas. Gracias a códigos temporales, basados en impulsos que estimulan directamente el cerebro, con ayuda de neurochips o chips cerebrales, habría percepción sin los sentidos, se vería sin tener que usar los ojos. La estimulación –la representación artificial del mundo basada en pulsaciones– sustituiría la simulación. El cerebro, en oposición al ojo, se convertiría en la pantalla.

Encontramos perfecto que se evolucione hacia la dirección más saludable, como ya hemos dicho en posts anteriores, el hecho de que personas con discapacidad, ya sea visual como auditiva, puedan ver u oír. También encontramos positivas las nuevas ideas creativas que puedan surgir con esa tecnología, como por ejemplo en el campo del arte. Hay varios peros, que no los consideramos del todo correctos; por ejemplo, nos da a pensar como aumentaría el nivel de control de la población de un estado, negando cada vez más a la libertad del individuo. Otro aspecto negativo sería la individualización de la persona, ya que cada vez más, y como hemos observado en posts anteriores, se tiende a un uso individual de los sistemas de reproducción ya sean sonoros como visuales.

¿Varias visiones?




Una mera anécdota.

Hemos hablado de como sería la reproducción a través del cerebro, de que no sería una reproducción mediada por el ojo.

¿Implicaría ello que esta "pantalla" de reproducción no se situaría en nuestro campo de visión?

Tal vez la idea sería más próxima a la visualización de un pensamiento, de una imagen que está en nuestra mente pero no en nuestro campo de visión. En ese cado podría ser similar a como soñamos o como reproducimos un recuerdo.

Lo que más me llama la atención es cuestionarme qué pasaría con nuestra visión ocular cando reproducimos neurocine en nuestro cerebro. ¿Seguiríamos pudiendo visualizar nuestro campo de visión ocular? ¿Habría una simultaneidad de visiones? Sería posible también que la reproducción "mental" se adaptase al formato de la visión del ojo, acoplandose en algún lugar dentro de ésta (más en la idea de las gafas de sol que permiten ver la televisión).

Si llegara a darse el caso de que necesitásemos prescindir de la visión ocular durante la reproducción de los datos a través del cerebro, estríamos hablando de un sistema que menos óptimo que el actual, en el que, por medio del ojo, podemos ver la pantalla, así como el resto del espacio que nos rodea, sin necesidad de cambiar de un campo visual a otro.

Tal vez el desarrollo hacia una tecnología como ésta suponga en decremento de la misma, un mayor engorro funcional en el mismo hecho de ver una película.

Fundamentos tangibles


Al utilizar el concepto de neurocine, nos vienen a la mente ideas del futuro, experimentación con tecnologías inusitadas y conceptos aún por explorar. por su puesto hay una parte de verdad en esta concepción, pero sin duda hay un campo de estudio y una fundamentación teórica y práctica importante.

Desde el nacimiento del cine, se trabaja con el concepto de engañar al ojo, de forma que este actue como intermediario para visualización de la imagen en movimiento. pero ya a finales del siglo XIX, y sobre todo a lo largo del XX, el reto científico de engañar al cerebro, de forma que éste actuase como pantalla sin necesidad de utilizar el organo de la visión, ha estado presente.

Desde los primeros estudios de Ramón y Cajal sobre las redes nerviosas, hasta el desarrollo de la programación con algorítmos hacia un concepto denominado "algoritmos genéticos" (relacionados con la IA y la adaptación de sistemas informátios al cuerpo humano), a existido ésta idea.

El texto "La imagen inteligente: ¿neurocine o cinema cuántico?." hace un recorrido detallado sobre los procesos que han llevado al desarrollo de la idea, los puntos de inflexión y las vías de desarrollo del neurocine:

"El cinema del futuro podrá simular o estimular precisamente esas redes nerviosas basadas en el impulso. En lugar del trompe l'oeil , el próximo paso podría ser el trompe le cerveau –el aparato cinematográfico engañará al cerebro, no al ojo,
dirigiendo y controlando redes nerviosas con precisión y con el apoyo de máquinas moleculares. Podríamos entonces imitar la visión, construir una experiencia cinemática sin luz ni ojos, crear imágenes sin percepción, trasladadas mediante la
estimulación directa de redes nerviosas. Gracias a códigos temporales, basados en impulsos que estimulan directamente el cerebro, con ayuda de neurochips o chips cerebrales, habría percepción sin los sentidos, se vería sin tener que usar los ojos.
La estimulación –la representación artificial del mundo basada en pulsaciones– sustituiría la simulación. El cerebro, en oposición al ojo, se convertiría en la pantalla."

Es muy interesante ver cómo, aunque parezca que hablamos de términos muy futuristas, que en algún sentido pueden llegar a interpretarse como "moralmente cuestionables" (simbiósis hombre-máquina), desde los principios del cine y la reproducción de la imagen en movimiento, el concepto del neurocine ha estado presente.

Este hecho nos hace indicar que no hablamos de una utopía, una meta inalcanzable, una ilusión de película futurista. El neurocine y la transmisión neuronal de datos es un hecho de constante investigación, considerado ya omo el siguiente paso en la evolución de la cultura audiovisual del ser humano.

Conectamos en directo...

Volvamos de nuevo a analizar los puntos de vista en los que el neurocine podría resultar una herramienta revolucionaria.

Como hemos hablado anteriormente sería muy interesante poder llevar la técnica a ámbitos que escapen al simple audiovisual, para proporcionar experiencias nuevaas al usuario. Sería el caso por ejemplo de la conectividad directa con sucesos que puedan suceder en nuestro entorno, a cualquier nivel.

Es decir, imaginemos un sistema de transmisión de datos implementado en el cerebro humano, que sea capaz de recibir información a través de transmisión inalámbrica (como un bluetooth). De esta forma el ususario sería capaz de seleccionar los contenidos de actualidad que desee recibir, teniendo la opción de visualizarlos de forma instantánea.

Sería una revolución, sobretodo en el campo de la información, pues el usuario podría estar al corriente de primera mano de las noticias de actualidad, de la información deportiva de su interés... todo ello a través del audiovisual (una imagen vale más que mil palabras).

Imaginemos también por un momento, viéndolo desde una perspectiva negativa, el problema que podría soponer si esta tecnología no se regulase correctamente. No sería muy agradable recibir continuamente un aluvión de spots publicitarios o elementos publicitarios, que al igual que hoy en día en televisión o Internet, son necesarios para que el medio funcione.

¡Sería para volverse paranóico!

sábado, 24 de noviembre de 2007

¡Neuropiratas!

Otro problema al que podría seguir enfrentándose la industria cinematográfica en una hipotética era del neurocine, es el de la piratería.

La difusión ilegal del producto audiovisual seguiría existiendo, pero habríamos de tener en cuenta que en el caso del neurocine la transmisión se produce a través del organismo humano. ¿Sería en tal caso perjudicial el transmitir a través de nuestro cuerpo datos "no legales"? Tal vez la tecnología en este caso debería pasar una serie de controles que asegurasen la inmunidad del organismo frente a ella.

Por ello, la piratería podría pasar de ser para el usuario un medio de acceso gratuito al producto, a convertirse en un medio de consumo de imagen perjudicial.

Aun sin conocer con exactitud de que forma se implementaría el método de transmisión de datos al cerebro, sabemos que el paso de datos a través de las neuronas debería ser regulado, pues podríamos estar hablando de todo un nuevo campo inexplorado de nuevas patologías basadas en la actuación externa sobre el sistema nervioso.

¿La muerte de la industria?

Después de lo visto, y tomando como referenica un post anterior en el que ya hablabamos sobre la nueva forma de ver cine (o cualquier otro prodecto audiovisual), podemos deducir que el neurocine podría suponer una revolución en el ámbito que podría derrumbar los cimientos de la industria del entretenimiento audiovisual tal y como lo concebimos ahora.

Imaginemos por ejemplo el concepto del multicine, seguramente cambiaría, pues no sería necesaria una multiplicidad de espacios para la reproducción de las distintas películas, sino que cada individuo podría visualizar el producto por el que a pagado de forma individual, y sentado al lado de alguien que ve una película distintas.

Del mismo modo podríamos plantear la idea de que las producciones cinemtográficas pudiesen distribuirse directamente en los propios hogares, mediante la descarga de los contenidos. La visión me parece algo desoladora, pues de algún modo hablamos de perder la magia del cine...

Aún así, ¿podría presentar el neurocine diferentes opciones de calidad en función de las característicos en las que se visualice?

Me explico, probablemente no debería ser de igual calidad la reproducción de un producto televisivo a la de n estreno de cine, aunque hablemos de un ámbito de reproducción "mental".

En su debido momento, si dejamos de hablar de esto de forma hipotética, la industria cinematográfica tendrá que plantearse todas estas cuestiones.

El futuro formato




Hoy día, en plena guerra de formatos por sustituir al dvd, no no planteamos la idea de pasar a medios de difusión del vídeo que no sean físicos.

El HD-DVD y el Blue Ray Disc luchan codo con codo para proclamarse como formatos líderes en el mercado (más nformación aquí), en un mercado que si nos fijamos, avanza y crece de forma exponencial. Mientras el VHS fue un formato instaurado durante una franja de tiempo considerable, el DVDno lo ha sido tanto, habiendose buscado susttutos con más capacidad que éste.

Imaginemos ahora na era en la que el neurocine fuese la forma de difusión del cine y el vídeo. Sin duda alguna podríamos hablar de cambios de formato en todos los sentidos. Necesitaríamos mecanismos de reproducción, pero estos estarñian en contacto con el cuerpo, actuando directamente sobre él. Seguramente la información no estaría contnida en un medio físico, sino que sería transmitida, algo así como un archivo que es transmitido a través del aparato hasta nuestro cerebro, mediante impulsos eléctricos.

La idea se asemejaría más a la de n ordenador, con su disco duro, en el cuál podemos almacenar archivos de vídeo y reproducir, sin ue su existencia sea "física", es decir, plasmada sobre la superficie de un dsco o una cinta. En tal caso podríamos pensar en el uso de nuestra mente como un aparato de almacenamiento, que por medio de la máquina podrían reproducirse en el momento.

¿Sería nuestra mente el disco duro con más capacidad que pueda concebirse? La verdad es que si nos parámos a pensar en todo la planteado, no vuelven a surgir sino más y más símiles entre hombre y máquina.

Reconocimiento de estados mentales

Microsoft solicita patente de tecnología para "reconocer estados mentales". El software del futuro.

Véase: link

Es decir que ahora no sólo nos pueden controlar donde estamos sino que también podrán saber en qué estado anímico nos encontramos. Pensando en el neurocine, te recomendaran la película en función del estado anímico en que te encuentres.

Una de las utilidades según Microsoft es la de en función del estado en que te encuentres recibirás más o menos mails. Me da que pensar en la negación a la libertad, como si las máquinas nos tuvieran quitando la libertad de decidir por nosotros mismos.

La individualización




En la antigüedad las personas se comunicaban cara a cara, se quedaba en la plaza del pueblo donde se informaban de la actualidad, poco a poco ese vínculo de conexión de persona con persona ha ido variando debido a la tecnología. Con la aparición del teléfono ese vínculo empieza a desequilibrar-se, y se llama a una casa para poder hablar con quien nos interesa de los habitantes de esa casa, pero aún así se genera conversación con los habitantes de esa casa. Con la aparición de internet y sobretodo el teléfono móvil, se podría considerar un elemento despersonalizador ya que ya no se llama a una casa sino que se llama a una persona la cual se identifica con un número telefónico.

Dejando a banda la telecomunicación, otro elemento que influyó en la sociedad fue el walkman, así como el discman y el actual reproductor mp3, un modo de aislar-se del mundo que nos rodea.

Entonces una manera de observar cómo afectaría el neurocine en la sociedad es la individualización. Si ahora vamos al cine y todo un grupo de gente ve una película, con el neurocine, cada persona verá su película.

No caer en lo absurdo

Hemos hablado en post anteriores de que esta tecnología puede ser provechosa, como por ejemplo en el caso que su use para personas discapacitadas. También hemos hablado que puede tener consecuencias negativas, como por ejemplo el caso de los hipotéticos virus mentales, sin duda puede afectar a la salud humana.

El caso es que, ya sé que es imposible, pero hay que evitar caer en los productos innecesarios o hasta incluso absurdos, como es el caso del post con título: “Biotex: fibras textiles biosensibles para el control de la salud“. Es en este post donde se habla de la idea de implementar en la silicona del incremento de pecho, un reproductor mp3. Me parecerá curioso observar, en el caso que sea estilo iPod, como sube y baja el volumen del reproductor. Llegaremos al extremos de mutarnos el cuerpo?

jueves, 22 de noviembre de 2007

El nuevo protagonista



En uno de los post iniciales, hablamos de la película "Strange Days", en referencia a un hipotético aparato inventado en el guión de James Cameron denominado SQUID. Con esta especie de casco, sería posible la reproducción de video a través de la mente.

En este fragmento introductorio del film podemos ver como el personaje vive la acción desde na perspectiva de primera persona por medio del SQUID.

Sin duda alguna sería un hito la posibilidad de reproducir vídeo a través del cerebro, pero aún lo sería mucho más el hecho de poder dar un paso más en la idea de cina tal como la concebimos, permitiéndos vivir experiencias de inmersión dentro del entorno de la acción, como un personaje más de la misma.

Si hoy en día vamos al cine con la idea de ver una peli porque en ella aparece un actor/actriz que nos gusta, la idea expuesta anteriormente cambiaría la concepción a la hora de escoger una película. Podríamos hacerlo en función de nuestras necesidades en el momento: cine de acción para descargar adrenalina convirtiendonos en un ladrón de bancos; sentir pavor al ser perseguidos por una criatura de otro planeta... los cimientos de la industria cinematográfica como hoy la concebimos se tambalearían, empezando por el pilar del "Star System" tanto tiempo instaurado.

Esto no haría cambiar el concepto de actor, pues éstos seguirían siend necesarios para recrear situaciones de ficción, pero sin embargo si que cambiariamos el concepto de protagonista ¿Tendríamos que inventar una nueva categoría de Oscar?

Podeís encontrar más información en referencia al cine en el blog de Adriá y Pere CINEMA 2.0.

¿Un mal camino?


A lo largo del desarrollo del blog, hemos hecho hecho un recorrido en torno a la tecnologíá que el fenómeno del neurocine conllevaría. Para tal hecho, se nos presenta una idea, que desde un punto de vista moral, trae consigo ciertas contradicciones. Hablamos de la necesidad de hibridación entre el cuerpo humano y la tecnología, la creación de organismos cibernéticos, la fusión del cuerpo con la herramienta.

Puede encontrarse mucha información sobre lo que se ha teorizado en este sentido, pero lo que nos interesa es exactamente plantear si de verdad el hombre desea atravesar la conciencia del ser humano, para adentrarse en lo que se ha denominado "pos-humanidad".

La gran revolución en la técnología en los últimos tiempos, ha situado al humano en un estado alejado de la natura, artificial, un mundo construido, con unos avances que nos alejan cada vez más y más de ser animales instintivos. El siguiente paso se encuentra en desmembrarnos del único armazón de realidad que nos queda: nuestro propio cuerpo.

Cuando Julio Verne escribió sus obras a lo largo del siglo XIX profetizando viajes submarinos y travesías a la Luna, nadie habría creido que sus hechos pases de las meraas páginas del libro. Hoy en día tampoco nos planteamos una era en la que seamos dominados por las máquinas, pero alguien ya ha sido capaz de imaginarla...

martes, 20 de noviembre de 2007

Que no se descontrole

Como hemos dicho en el anterior post, el porvenir de esta tecnología puede favorecer y mucho a personas con discapacidad visual. Pero puede suceder todo lo contrario si no se regula, como pasó con internet.

Si nos remontamos a principios de los 90, con la aparición de Worl Wide Web, el uso de esta tecnología incrementó de manera exponencial y sin control, lo que llevó a problemas de autoría como por ejemplo pasó con Napster, a problemas de hurtos como pasa con el phishing.

Con el porvenir que esperamos, se pueden observar problemas más graves que el de copyright o el de phishing, ya que de por medio no encontramos una computadora, sino que encontramos el cerebro humano. Y como en posts anteriores hemos comentado la comunicación telepática, hipotéticamente hablando, no se debe estar muy lejos de la creación de virus mentales, al igual que hay virus que atacan al ordenador, otros que ataquen al cerebro humano….

domingo, 18 de noviembre de 2007

La vision esperanzadora


Hasta ahora nos hemos decantado por crear un contexto de investigación en torno a la tecnología y los medios a través de los cuáles podría llegarse a dar el "neurocine" como una realidad.

A partir de aquí trataremos de dar un punto de reflexión en torno al tema, en referencia a los aspectos que nos pueden parecer de interés, en las cualidades tanto positivos como negativos del tema.

Para empezar, una idea que podría resultar revolucionaria sería la de dar la posibilidad de "ver" a las personas con ceguera.

Si hablamos de un fenomeno que reproduciría las imagenes dentro del cerebro humano por medio de descargas eléctricas, no necesitamos del ojo como mediador para visualizarlas (a no ser que el problema de ceguera fuese directamente cerebral). Se les daría a las personas ciegas la posibilidad de ver a través de impulsos directos en el cerebro.

La cosa alcanzaría una mayor trascendentalidad si además llegase un momento en que se pudiesen transmitir no solo imágenes grabadas, sino imágenes tomadas de la realidad en directo.