lunes, 29 de octubre de 2007

I-Limb, la mano biónica controlada con la mente y músculos del paciente. La imparable interacción hombre-máquina



El cuerpo humano se comunica a través de impulsos eléctricos emitidos por algo que llamamos persona, y que para algunos es pura química que desaparecerá cuando muramos.

Pero para otros, es algo más que aunque en su última instancia física se pueda ‘medir’ científicamente, llegando a interactuar con ésta; transciende el físico al que utiliza como una máquina que un día desechará.

Y en esta parte material 'medible', la tecnología se va integrando poco a poco en lo que sin duda no es más que el comienzo de un largo camino.
I-Limb mano biológica controlada con el pensamiento

Ya comentamos el desarrollo de un entorno virtual controlado con el pensamiento, y ahora nos hacemos eco de la salida al mercado de una mano biológica controlada también con la mente.

I-Limb, como ha sido bautizado, ha sido inventado por el investigador escocés David Gow, y diseñado y fabricado por la empresa Touch Bionics, en Livingston, Escocia.

Según la empresa, la mano ya ha sido probada con éxito en soldados estadounidenses con amputaciones de miembros en la guerra de Irak y en otras personas como una mujer que nació sin el miembro superior.

En declaraciones a la BBC, Stuart Mead de Touch Bionics, comenta que "la mano funciona con un sistema de control intuitivo que recoge las señales eléctricas que generan los músculos del miembro residual del paciente".

Estas señales (bioeléctricas) son recogidas por electrodos repartidos por la superficie de la piel y se procesan para ejecutar el movimiento de la mano. El avance en el manejo de estas señales ha sido evidente a lo largo del tiempo, pasando de sólo ser capaces de interpretar la apertura de la mano, a la movilidad de los dedos, con distintos agarres y movimientos.

"El cerebro humano es sumamente sofisticado y se adapta rápidamente a todo tipo de cosas", … "es por eso que para el paciente el control de la mano se vuelve muy pronto una función totalmente intuitiva", … “la prótesis puede hacer muchas cosas distintas porque tiene cinco dígitos que funcionan individualmente" argumenta Stuart Mead. "Asimismo tiene un pulgar que puede moverse en distintos grupos de patrones".

Agregando que con un proceso de aprendizaje, el paciente podría “enviar señales” para manejar la mano de una manera más sutil y delicada.

Aunque actualmente cuesta unos US$18.000 dólares para las clínicas privadas, se espera que con el tiempo, como sucede con la mayoría de las tecnologías, se empiece a abaratar y esté disponible en la seguridad social de diversos países.

Fuente: noticias-tic

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